, INSIDE CENTRAL LAW – Yali Molina

INSIDE CENTRAL LAW – Yali Molina

Cuéntenos, brevemente, su trayectoria profesional

Estudié derecho en la Universidad Centroamericana (UCA), regentada por la Compañía de Jesús (Jesuitas), con quienes también estudié gran parte de mi primaria y toda mi secundaria en el Colegio Centro América (CCA), así que mi formación es bastante jesuítica. Después de bachillerarme en Ciencias, Letras y Filosofía (solo el CCA otorgaba el título en Filosofía), ingresé a la UCA. La carrera de derecho era de seis años, por lo que terminé en el año 1970 con el título de Doctor en Derecho, incorporándome como Abogado y Notario Público ante la corte Suprema de Justicia.

Comencé a trabajar antes de terminar mi carrera como Oficial  Notificador y Secretario en el Juzgado Segundo Civil del  Distrito de Managua, donde me apasioné por el litigio en lo civil,  comercial y administrativo, hacia donde orienté mi ejercicio profesional.

Por competencia pasé a formar parte de uno de los mejores bufetes de Nicaragua, como era el de Solórzano, Argüello y Cordero, que venía del bufete Argüello Bolaños, de mucho prestigio en Nicaragua. Esos fueron mis inicios, hasta que en el año de 1973, después del terremoto de Managua en diciembre de 1972, me incorporé como socio en una oficina formada por los doctores, Gonzalo Solórzano Belli, Roberto Argüello Hurtado (que después fue Presidente de la Corte Suprema de Justicia), Manuel Cordero Sanhueza, Joaquín Cuadra Chamorro y el suscrito, quien para entonces tenía 28 años de edad y ya había adquirido fama tanto en el derecho de empresas, mercantil, administrativo, civil y en el litigo.

Nuestra cartera estaba formada por las empresas de mayor relevancia en Nicaragua, así llegamos a Julio de 1979, con el triunfo de la revolución sandinista, donde por las circunstancias me volví un experto en defensa contra las regulaciones confiscatorias y cuasi confiscatorias de las empresas, dedicando más mi tiempo a los recursos administrativos, amparos, habeas corpus y al derecho laboral, fundando para ese entonces la Asociación de Abogados Laboralistas.

Negocié y asesoré a las empresas en la mayor parte de los Convenios Colectivos que se firmaron en ese entonces en Nicaragua, los cuales se daban como hongos.

Como abogado de las empresas no era visto con mucha simpatía por el gobierno sandinista, así que con mucha frecuencia se me nombraba Juez Ejecutor en los Habeas Corpus presentados por los familiares de los presos políticos; y en mis recuerdos tengo muchas historias que contar de esos tiempos. Con mucha frecuencia se me nombraba Abogado Defensor en los tribunales populares, en los cuales desde luego no había mucho que pudiéramos hacer, pero un día que me nombraron defensor de 24 ex guardias nacionales del anterior régimen y se me dio 24 horas para preparar, presenté un alegato con todas las violaciones a los derechos de los reos, que me valió que el Presidente de esos tribunales me llamara y me dijera que si volvía a presentar otro escrito con esos alegatos se me iba a suspender como abogado.

En todo ese proceso fue Catedrático en la UCA de Derecho Mercantil, siendo aún muy joven. La revolución me agarró de 34 años con tres hijos y una más que nació ya con los sandinistas en el poder. Duré ejerciendo el derecho durante los sandinistas, luchando en defensa de las empresas en contra de confiscaciones, tomas, etc., hasta el año de 1983, cuando me vi forzado a salir al exilio, primero a México, de 1983 a 1985, donde se me dio residencia temporal, lo cual agradezco a ese gran país y después a los estados Unidos de 1983 a 1997, donde se me concedió asilo político. En los EUA, hice de todo para poder mantener a mis cuatro hijos, lo cual puede ya es otra historia.

Regresé del exilio en 1997, logré recuperar mucho de mis clientes y formé una firma legal Palacios, Molina & Asociados, que resultó muy exitosa; siendo, después de mucha búsqueda muy meticulosa de parte de los socios de CENTRAL LAW, invitados a pertenecer a esa prestigios firma, a lo que aceptamos, incorporándonos como socios en el año 2005, a la que pertenecemos hasta la fecha; teniendo CENTRAL LAW en Nicaragua, magníficos socios y abogados.

¿Por qué lo buscan clientes nacionales e internacionales?

Los clientes nacionales e internacionales nos buscan, en parte porque Gracias a Dios, se me ha catalogado como un abogado capaz, ético, entregado a la causa de sus clientes y sobre todo que somos reconocidos como abogados de empresas que velan y protegen la inversión de sus clientes. No pensamos en nosotros, sino en nuestros clientes; primero resolver sus problemas, proteger su inversión y lo más importante es que nos remuneran con su satisfacción.

Mucha ayuda también que todos los abogados de CENTRAL LAW tienen nuestras calidades, son entregados a sus clientes, muy éticos y sus recomendaciones son aceptadas por sus clientes para convertirse en clientes regionales.

¿Quién es CENTRAL LAW?

Es una firma regional de servicios legales, con la vista vanguardista de ser de las primeras firmas regionales en Centro América, Panamá y República Dominicana, sino la primera. Nació con el DR-CAFTA, pues el mundo nos ve como una región y vislumbrando el futuro, se formó CENTRAL LAW, para poder servirles a los inversionistas del mundo en esta región, donde basta un solo contacto para abarcar los seis países.

Traer inversión a la región, cuidarla, guiarla, protegerla y servirle ha sido uno de los más importantes logros de CENTRAL LAW.

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