Luego de un complicado 2020, el 2021 nos presenta nuevos retos, emprendimientos y oportunidades, los cuales solo podremos alcanzar si nos preparamos adecuadamente para gestionar los riesgos, al identificar, mitigar y prevenir las tediosas, prevenibles e innecesarias sanciones, daños y contratiempos.
Ante esto, es importante que no descuidemos las diversas obligaciones que las empresas tienen frente a terceros –bien sea la Administración Pública o entes privados–, particularmente aquellas que tienen plazos determinados y cuya inobservancia pudiese acarrear la imposición de sanciones, daños y contratiempos a la empresa.
Obligaciones frente a la Administración Pública tales como garantizar la oportuna declaración y pago de impuestos, mantener actualizadas ante los registros mercantiles a las Juntas Directivas o Beneficiarios Finales –algunos países de Centroamérica ya están exigiendo esto–, cerciorarse de la vigencia de los poderes que la empresa haya otorgado, el estado de los procesos judiciales y administrativos, o bien las obligaciones y prestaciones laborales y de seguridad social, por mencionar algunas situaciones rutinarias.
Pero también habrá otras obligaciones más delicadas –que afectan el nervio de la operación de una empresa– ante instituciones gubernamentales, tales como estar atentos a las fechas de expiración de las licencias de operación, presentar los reportes e informes que una licencia nos pueda exigir, permisos de importación, registros y licencias de derechos de propiedad intelectual como marcas o patentes, el pago de las tasas anuales por la prestación de un servicio, entre otras. En fin, cada quien conocerá la naturaleza de la operación de su empresa y podrá imaginar a qué tipo de trámites gubernamentales se deberá estar atentos.
Asimismo, también habrá obligaciones frente a terceros (privados) con los que tengamos relaciones y a las que se deberá estar pendiente, como mantener actualizado a los representantes y apoderados ante los bancos, la vigencia de las pólizas de seguros, las obligaciones en materia de arrendamientos, pago de deudas con terceros, proveedores y clientes, entre otras.
Por tanto, para cerciorarse que la empresa se encuentre debidamente preparada para hacer frente a sus obligaciones legales y contractuales que este 2021 le tiene preparada, es importante identificarlas mediante un ejercicio de Due Diligence (Debida Diligencia) que le permita organizar sus recursos y cumplir los requisitos, a efectos de brindarle la atención pertinente a cada una de estas obligaciones. Este ejercicio ayudará a prevenir sanciones, daños y contratiempos innecesarios.
En la misma línea, además el Due Diligence no solo servirá para prevenir riesgos a la operación mediante un debido cumplimiento regulatorio, sino que también será un ejercicio positivo que permitirá a la empresa consolidar su presentación frente a posibles inversionistas.
En CENTRAL LAW contamos con un experimentado equipo de abogados que podrá asesorarlo de la manera más diligente e integra ante las necesidades que su empresa tendrá este 2021.
Si requiere mayor información al respecto, puede contactar a CENTRAL LAW en la siguiente dirección electrónica: info@central-law.com
Avil Ramírez Mayorga
Asociado
CENTRAL LAW
Nicaragua