Panamá, reconocido como el principal país del mundo en registro de naves, está implementando nuevas medidas para reforzar la seguridad, transparencia y reputación de su bandera, en un contexto global cada vez más exigente para la industria marítima.
Con más de 8,500 embarcaciones registradas bajo su bandera y cerca del 16 % del mercado mundial por tonelaje, Panamá sigue siendo un actor clave en el comercio marítimo internacional. Sin embargo, en los últimos años han surgido críticas por el uso indebido de su registro por parte de embarcaciones vinculadas a actividades ilegales o bajo sanciones internacionales.
Nuevas reglas para una bandera más confiable
La Autoridad Marítima de Panamá (AMP) ha tomado medidas firmes en 2024 y 2025 para elevar los estándares del registro naval panameño. Entre los cambios más relevantes se destacan:
- Rechazo a buques envejecidos: A partir de 2025, no se aceptan buques petroleros o graneleros con más de 15 años de antigüedad. Esta decisión busca modernizar la flota y reducir riesgos operativos y ambientales.
- Control de operaciones sospechosas: En lo que va del año, se han retirado más de 100 embarcaciones con vínculos a sanciones internacionales o con historial dudoso. Desde 2019, se han excluido más de 650 barcos del registro.
- Regulación de transferencias entre buques (STS): Panamá se convirtió en el primer país del mundo en exigir notificación previa obligatoria para toda operación de transferencia de hidrocarburos entre buques con bandera panameña. Esta medida busca evitar operaciones clandestinas o sin control ambiental.
- Inspecciones reforzadas: Se ha aumentado la frecuencia de las inspecciones a buques considerados de alto riesgo, especialmente aquellos con historial de detenciones o incumplimientos.
Preservar el liderazgo sin perder competitividad
Estas reformas responden a una necesidad urgente de mejorar la trazabilidad, cumplir con normas internacionales y proteger la imagen del país. Al mismo tiempo, representan un reto: mantener la competitividad del registro sin alejar a los armadores que buscan procesos ágiles y costos razonables.
Expertos del sector señalan que Panamá podría salir fortalecido si logra posicionar su bandera como un símbolo de calidad, seguridad y cumplimiento normativo, especialmente en un mundo cada vez más enfocado en la sostenibilidad y el cumplimiento legal.
Un momento clave para el sector marítimo panameño
La industria marítima es un pilar económico para Panamá, y el registro de buques representa un ingreso estratégico y una herramienta de proyección internacional. En este contexto, las decisiones que se tomen hoy marcarán el futuro de su posicionamiento global.
Panamá se enfrenta al reto de evolucionar sin perder su esencia: ser una bandera accesible, pero ahora también ejemplar.
Para mayor información contáctenos a info@central-law.com
Asociada – Panamá




